Una vez ya tenía hecho el trabajo del hierro, era hora de buscar y seleccionar los libros idóneos para la trama de la historia del BookScape. Primeramente, fui a las golfas de casa de mis abuelos en busca de libros viejos y destrozados.

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A pesar de encontré algunos que se adecuaban perfectamente al perfil objetivo en cuanto aspecto, ninguno de ellos tenía la tapa dura para poder anclar las esposas allí. Por lo tanto, la opción que me quedaba era coger un libro nuevo y envejecerlo, aunque me llevase más tiempo.

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Finalmente seleccione dos agendas del año pasado de un tamaño similar para realizar por un lado, el BookScape propiamente dicho, y por otro lado, donde se ubicarían las llaves cerradas por un candado.

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El proceso para ambientar el BookScape fue bastante largo, pero sintetizándolo bastante, lo que hice fue despellejar la portada y contra portada de su forro naranja, separar la cubierta del lomo del libro, rallar las tapas con cúter de pluma y unas tijeras especiales antes de quemarlas, pasar un soplete de cocina cuidadosamente por la parte deseada, hacer el título del libro (que posteriormente ampliaré la explicación debido a que la considero necesaria), pintar las páginas con una disolución de café y agua, quemar cuidadosamente las paginas, poner debajo presión las paginas para que queden llanas, quemar posteriormente el lomo y los laterales de la agenda y finalmente ensamblar las portadas con el papel. 

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(Deslizar hacia la derecha)

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Para poner el titulo en la portada, inicialmente pensé en hacer una plantilla con papel húmedo y así quemar las letras en la portada. Para realizar tal tarea, elegí una tipografía serif y una vez impreso al tamaño que deseaba lo recordé cuidadosamente con el cúter. Como el soplete expulsa el gas a bastante velocidad, supuse que el papel se movería de sitio, y como no podía ponerle celo ni nada del mismo estilo porque lo quemaría, al final lo fije con agujas.

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Como se puede observar, el plan no salió del todo bien. El caso es que como el papel pesaba poco y el fuego se disipara por debajo de él, eso lo hacía subir y entonces las letras no quedaban del todo definidas.

 

Llegados a este punto, decidí utilizar un cartón mas grueso que costara de quemar y también mojarlo.

A pesar de una mejora bastante cuantitativa en el resultado, continuaba teniendo bastante problemas en su realización. Finalmente vi que me gustaba bastante como quedaba el cartón quemado con las letras adherido a la portada, así que decidí dejarlo así.

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Por lo que hace el libro que encerraría las llaves, el proceso a seguir fue el mismo que el del BookScape, pero preferí no quemarlo y dejarlo medio despellejado, porque se veía una combinación de varias tonalidades azuladas. Posteriormente realice un hueco en las paginas para poner las llaves dentro y a demás lo pinte con acuarelas de color marrón para darle un toque más agresivo. También quise ver como quedarían las manillas en conjunto con el libro.

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